Mateo Canyellas, Sebastià Penya y José Antonio Artigas en rueda de prensa. Foto: JAUME MOREY.

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Bàsquet Inca no ha tenido reparo alguno en vanagloriarse del efecto final que ha tenido el contencioso que planteó ante el comité nacional de actividades. El club de es Raiguer citó a los medios de comunicación para defender su línea de actuación y reconocer públicamente «un triunfo en los despachos». El presidente Sebastià Penya compareció en una conocida cafetería de Palma acompañado de Mateo Canyellas, asesor jurídico del club, y José Antonio Artigas, director general del Inca, para valorar un pronunciamiento que ha recrudecido de nuevo las relaciones entre los dos máximos exponentes del baloncesto balear.

«Por mi parte no creo que las relaciones se vayan al traste; como presidente del Bàsquet Inca tengo la obligación de defender los intereses de la entidad y los de toda su masa social. De hecho estoy convencido de que la directiva del Menorca, en nuestro lugar, hubiera hecho lo mismo. Puedo llegar a entender su reacción, pero se produjo un error claro y notorio y el reglamento es muy explícito en este sentido».

Mateo Canyellas reforzó la postura de su presidente. «Estamos hablando de baloncesto profesional, aquí hay mucho dinero en juego y todo el mundo defiende sus intereses. Un error de la mesa de anotadores concedió dos puntos más al Menorca Bàsquet y es obvio que esta circunstancia tuvo una influencia directa en el resultado final de un partido que acabó en empate y se resolvió en una prórroga. En este sentido, el reglamento no se presta a ninguna interpetación, es claro y conciso y la repetición del partido es lo más justo».

El jurista reconoció que uno de los principales elementos que ha reforzado la postura del Inca es el informe remitido a la Española por los cuatro árbitros de mesa que actuaron en el partido. «Está claro que es uno de los elementos que más han pesado, pero también ha habido otras pruebas. El error era público y notorio y la Federación ha aplicado la normativa. Estamos satisfechos porque se nos ha dado la razón y puede hablarse de un triunfo en los despachos».