TW
0

5 MALLORCA B: Alberto (2), Cordero (1), Cabeza (1), Viale (2), Romerito (3), Robles (3), Campano (3), Jofre (3), Güiza (3), Da Mota (2) y Jesús (3).
Cambios: Kevin (3) por Jesús en el minuto 65, Pelegrín (2) por Viale en el minuto 61 y Albert Riera (1) por Campano en el minuto 69.
0 MATARÓ: José (2), Aitor (0), Gimeno (0), Espeleta (0), Robert (0), Vicente (0), Javi (0), Óscar (0), Muñoz (0), Sauras (0) y Víctor (0).
Cambios: Pacheco (0) por Sauras en el minuto 45, Toni Mora (0) por Robert en el minuto 45 y Rodri (0) por Javi en el minuto 55.
ÀRBITRO: Afonso Suárez (Las Palmas). (2). Sin problemas. Amonestó a los locales Kevin y Riera y a los visitantes Gimeno, Óscar y Sauras.
GOLES:
Minuto 5, Campano a pase de Robles, 1-0.
Minuto 9, Güiza tras sortear al portero, 2-0.
Minuto 68, Güiza de cabeza, 3-0.
Minuto 82, Riera empuja un servicio de Güiza, 4-0.
Minuto 83, Da Mota marca de fuerte disparo, 5-0.
LO MEJOR: El juego
LO PEOR: El Mataró

XISCO CRUZ
El filial se dio un festín a costa del Mataró, uno de esos equipos que circula por la categoría siempre mirando hacia abajo. El grupo de Juan Ramón López explotó todo su potencial ofensivo en un partido que pudo cerrarse con un marcador de escándalo y que demostró el buen estado de salud del que goza el Mallorca B (5-0).

Cinco minutos tardaron los baleares en inclinar el encuentro. El tiempo justo para que se encontraran Campano y Robles y agujerearan la defensa catalana. El mallorquín envió un servicio preciso justo al corazón de la zaga y el sevillano alojó el cuero en la red con un certero remate. Cuatro minutos más tarde, y en plena avalancha de juego rojillo, Campano metió el balón en profundidad y Güiza, tras sortear a José, finiquitó el choque (2-0).

El arranque galáctico del filial intimidó al Mataró, que nunca tuvo presencia y que se limitó hasta el descanso a enumerar las ocasiones de las que disponía el Mallorca B; Campano se acercó al gol en dos golpes francos "uno besó el larguero", mientras Güiza disponía de un manojo de opciones que siempre se estrellaron en el cuerpo de José. Por aquel entonces, Jofre y Campano ya eran dueños de las bandas y Robles del círculo central. Los de Creixell, sonrojados ante tal bochorno, trataban de acercarse al área de Alberto con tanta candidez como inoperancia.

Con el marcador volcado y el Mataró rendido, el filial se relajó en el inicio del segundo acto. Sólo Jofre seguía a lo suyo, pero el equipo había perdido tensión.