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GUILLERMO CANDIA El Juzgado Central de lo Contencioso Administrativo de Madrid ha planteado un conflicto de competencia en relación a la demanda interpuesta en Palma por el jugador del Real Mallorca, Ariel «Caño» Ibagaza, que exige el derecho a ser considerado jugador comunitario con el objetivo de no ocupar plaza de extranjero, a pesar de su nacionalidad argentina. La decisión del tribunal madrileño obliga a suspender el juicio que se iba a celebrar el próximo mes de abril en un juzgado de lo social de Palma.

La demanda interpuesta por el abogado mallorquín Ferran Gomila a nombre de su cliente, el «Caño» Ibagaza había despertado una gran expectación en el fútbol español, ya que si prosperaba, todos los jugadores sudamericanos podrían jugar en sus respectivos equipos sin ocupar plaza de extranjero. Ibagaza tomó la decisión de acudir a los tribunales después de que la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) le denegara la solicitud de iniciar el trámite de la licencia federativa «como comunitario o asimilados de comunitario». La RFEF explica que Ibagaza no podía tramitar su condición de comunitarios porque «va en contra de la legislación y el Reglamento General, aunque una vez ya agotada la vía federativa podrán recurrir al Consejo Superior de Deportes».

Otra de las razones en las que se apoyó el máximo organismo del fútbol español para denegar el trámite y en las que se exime de toda culpa, es en que «la RFEF no mantienen vinculación laboral alguna con él (Ibagaza), por lo que sus derechos y deberes laborales se derivan de los contratos con su club». «La limitación se proyecta única y exclusivamente sobre el club (Real Mallorca) que le ha contratado», señaló la RFEF.