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XISCO CRUZ/JOAN MARTÍ El Menorca Bàsquet apunta a la enfermería a sólo cuatro días de encarar el gran clásico del baloncesto balear. Los problemas físicos que evidencian Decarlo Deveaux, Pérez Alarcón, Jordi Muñoz y Sitapha Savane han condicionado las últimas sesiones de entrenamiento del grupo de Quino Salvo y amenazan con debilitar el potencial de los menorquines, a pesar de que los galenos del club son optimistas y aseguran la participación de todos el domingo en el Palau.

Deveaux y Alarcón no se ejercitaron ayer debido a una tendinitis en la rodilla. Ambos sufren las mismas molestias, que arrastran del partido que los de Salvo disputaron ante el León el pasado viernes, y se espera que evolucionen bien de la sobrecarga que los dos padecen. Los casos de Muñoz y Savane preocupan menos; el jugador catalán que llegó procedente del Pinturas Lepanto se ha resentido de sus problemas en el tobillo y se entrenó con precaución, mientras el pívot de origen senegalés sigue acusando los problemas derivados de la anemia que padeció meses atrás. En Menorca se espera el estreno de Paco Rueda, la nueva incorporación, ya que ante el líder no gozó de minutos.

En el Drac Inca sólo preocupa fortalecer el juego interior. Con la baja confirmada de Aldama tras ser operado de la fractura del tabique nasal, Crespo y Montañana quedan como las únicas referencias en la lucha por el rebote y los puntos en la pintura, por lo que será vital la aportación de Cabral y Lightfoot.