Fernando Morientes, asediado por los cazadores de autógrafos. Foto: JAUME MOREY.

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Son Moix vivirá esta tarde un partido enorme. Llega una plantilla galáctica, líder de Primera y vigente Campeón de Europa. El Real Madrid aterrizó en Palma con la intención de afianzar más su condición de líder pero se encontrará con un Mallorca que no da tregua. Los grandes son su especialidad y Aragonés desea que hoy no sea una excepción. En juego hay la posibilidad de seguir luchando por un puesto de Champions y esto es mucho a estas alturas de temporada.

Por si fuera poco lo que ofrece el propio partido, de fondo sigue más viva que nunca la polémica arbitral. Hoy pita López Nieto, un árbitro que se permitió el lujo de señalar un penalti en contra del Mallorca estando él de espaldas. Fue en Vigo con motivo de la Copa y por aquí todavía esto no se ha olvidado. La semana ha venido muy caliente y Aragonés llegó a manifestar que «no me fío de López Nieto».

En el capítulo deportivo, Luis Aragonés podrá disponer de su once de gala incluido Albert Luque que ayer entrenó infiltrado y que seguramente hoy jugará de la misma manera. Regresa al equipo, en detrimento de Alvaro Novo, el nigeriano Finidi George. La extraordinaria actuación del cordobés en el Camp Nou no parece que sea suficiente como para mantenerle en el equipo inicial circunstancia que ya es repetitiva en la presente temporada.

Por su parte, Vicente del Bosque recupera a varios de los jugadores que han estado lesionados estas últimas semanas. Iván Campo, Flavio Conceiçao y también Guti están en condiciones de jugar. Sin embargo sólo éste último entra en la convocatoria y estará, de inicio, en el banquillo ya que el técnico salmantino confiará en los «clásicos». Del equipo blanco destacan muchas cosas, entre ellas, las internadas de Figo, la creatividad de Helguera y Makelele, la pegada de Morientes y la invención en cualquier momento de Raúl Gozález.