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El presidente del Real Mallorca, Mateo Alemany, ha zanjado de un plumazo la crisis abierta en el filial y protagonizada, en esta ocasión, por el jugador Roberto Merino. El club tomó ayer la determinación de abrir un expediente disciplinario al futbolista, sancionarle económicamente y descenderle del Mallorca B al juvenil División de Honor. De esta forma la entidad da un golpe de efecto y avisa que los actos de indisciplina se pagan caros.

En esta ocasión Roberto cometió el error de criticar públicamente a su entrenador, Juan Ramón López y de hacerlo en reiteradas ocasiones tanto a Ultima Hora como también en la sintonía de Ultima Hora Radio. Sus quejas desproporcionadas contra el técnico bermellón han sido el detonante por el cual el Mallorca ha tomado tan severa y estricta decisión.

Alemany declaró ayer al respecto que «en el club no nos ha gustado lo que ha pasado. No se pueden hacer este tipo de declaraciones y el jugador tiene que aprender la lección. Él debe madurar y el resto de futbolistas, pese a su juventud, tienen que ser conscientes de que no aceptamos actos de indisciplina», comentó el presidente. El futbolista no entrenó ayer con el filial y estuvo por la mañana en las oficinas del club aclarando la situación. El presidente destacó que «ayer estaba más tranquilo y arrepentido. Ha cometido una equivocación y bajará al juvenil pero en ningún caso se irá del Mallorca», dijo.

Quien ha salido reforzado de toda esta situación ha sido el entrenador del Mallorca B, Juan Ramón López. El técnico ha contado con el apoyo del club en un momento muy delicado. El técnico subrayó tras conocer la decisión adoptada que «yo me idendifico plenamete con la decisión del club. El futbolista tiene que ser consciente de dónde está y que hay valores en la vida que son muy importantes», declaró Juan Ramón.