TW
0

En el seno del Real Mallorca hay temor y preocupación por la presión que sigue infringiendo el Barcelona al colectivo arbitral y que puede influir negativamente en la persona de Andradas Asurmendi. El colegiado navarro dirigirá el próximo domingo el encuentro entre el Barça y el Mallorca y tanto Luis Aragonés como el presidente, Mateo Alemany, reconocen que se está presionando mucho al árbitro del encuentro. «Se está presionando demasiado al árbitro y quien lo está haciendo es el Barcelona, no lo olvidemos», comentó ayer el técnico de Hortaleza.

Paralelamente, el máximo responsable bermellón también se refirió a esta cuestión. «Confío en que la crisis abierta contra los árbitros no afecte al señor Andradas y que el Mallorca por lo tanto no pague las consecuencias de este entorno de presión que se ha creado hacia la figura de los colegiados», declaró Alemany.

Pese a que toda la esfera técnica y directiva del Mallorca creen en la honestidad arbitral es cierto que existe una gran preocupación. El presidente reconoció también que «sería paradójico que el Mallorca saliese perjudicado de un problema que atañe a un tercero cuando si hay un equipo en la Liga que ha tenido verdadera mala suerte con los errores arbitrales hemos sido nosotros», señaló el presidente bermellón.

Aragonés quiso ayer quitar hierro a la situación. Tanto el técnico como el propio presidente saben que cualquier palabra mal interpretada podría suponer un «castigo» irreversible y esto no interesa. Luis incluso señaló que «yo nunca hablo ni hablaré de robo. Los árbitros se equivocan y creo en su imparcialidad, como también creo en sus errores. Esta semana incluso se están diciendo muchas cosas y se utilizan adjetivos desmesurados y esto puede crear problemas», declaró el entrenador del Mallorca.