Sabor agridulce. Rosa Andrés no pudo repetir doblete y tendrá que
conformarse con el título de dobles tras verse apeada en las
semifinales del Torneo WTA en Can Simó. La jugadora mallorquina
cedió en dos mangas ante la eslovaca Basternakova en el individual,
pero se rehizo junto a Safina y se anotó un nuevo título en la
competición de dobles.
Rosa Andrés quería repetir el doblete -ganar en individual y
dobles- que ya consiguiera en el 98. Hasta ayer aspiraba a los dos
títulos; jugaba la semifinal individual y la final en dobles. Pero
la eslovaca Katerina Basternakova se cruzó en su camino. La
jugadora mallorquina acusó en exceso la derrota en el primer set
(7-5) y estuvo ausente en la segunda manga que acabó cediendo por
6-1.
La rival de Basternakova en la final será la húngara Eszter
Molnar, tercera cabeza de serie del cuadro que ayer superó con
facilidad (6-3 y 6-1) a Rosa María Sitja, verdugo de la primera
cabeza de serie del cuadro, la navarra Ainoha Goñi.
La derrota en semifinales no hundió a Rosa Andrés. Más bien todo
lo contrario. La tenista isleña jugaba en casa y quería brindar a
sus amigos y familiares un triunfo. Y lo consiguió. Rosa Andrés y
Dinara Safina derrotaron con claridad por 6-4 y 6-0 a las rumanas
Oana Golimbioschi y Andrea Vanc.
El triunfo de Andrés-Safina en la competición de dobles
evidencia dos realidades. Por un lado demuestra por enésima vez que
la mallorquina es una gran doblista y que su clasificación no es
casualidad. Por otro lado supone el nacimiento de una estrella. La
hermana de Marat Safin sólo ha jugado competición WTA en Mallorca.
En sus cuatro torneos ha alcanzado una final individual y ha ganado
en dobles, contando sólo con 14 años de edad.
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