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62 DRAC INCA: Cabral (6), Stacey (19), Villar (9), Aldama (13), Crespo (1) "cinco inicial", Edu Sánchez (4), Mons (7), Montañana (3) y Merino (0).
16 de 32 en tiros de 2 puntos. 6 de 16 en tiros de 3 puntos. 12 de 18 en tiros libres. 27 rebotes (22 en defensa y 5 en ataque). 20 faltas personales.
72 CAPRABO LLEIDA: Roger Grimau (11), Modderman (10), Alzamora (8), Oliver (14), Capdevila (10) "cinco inicial", Comas (3), Bordas (14), Salas (0) y Mario García (2).
20 de 39 en tiros de 2 puntos. 8 de 23 en tiros de 3 puntos. 8 de 15 en tiros libres. 25 rebotes (16 en defensa y 9 en ataque). 22 faltas personales.
ÀRBITROS: Garmendia Zorita (Madrid) y Florenza Ferrer (Catalunya). Sin eliminados. Castigaron con una falta antideportiva a Anthony Stacey (Inca).
Incidencias: Palau d'Esports. Cuatro mil espectadores, aproximadamente (Lleno).

ALBERT ORFILA
El primer partido después de Stuckey acabó con un mensaje colgado en la puerta del Palau. Caprabó Lleida desfiló por Inca y recordó al grupo de Abós que para acomodarse entre los mejores hace falta algo más que continuos guiños a la raza. Quizás menos obsesión por oxidar los huesos del rival y mucho más estilo propio. Que conviene definirse. El del Lleida fue un triunfo autoritario y diáfano. Siempre gobernó, siempre portó la brújula y siempre impuso su manual. La escuadra catalana tiene más argumentos que el Inca en casi todas las posiciones, pero en conceptos globales también y a partir de ahí se entiende que patentando peores porcentajes, perdiendo más balones y capturando menos rebotes ganara con claridad.

Aferrado a Stacey, el equipo mallorquín funcionó a empujones. Cada vez que el Lleida adquirió una renta significativa, logró asomar de nuevo a la cabeza buscando al jugador más clarividente, pero cuando tuvo alguna ocasión para intimidar a su rival mostró un rostro excesivamente pueril o defendió de forma horrible. En el inicio del tercer cuarto, por ejemplo, el cuadro de Edu Torres abrió una brecha importante (33-45), pero el Drac Inca logró llegar a los diez últimos minutos del partido con muchas cosas que decir: 43-46.

En el momento de la verdad, José Luis Abós tiró de una zona que acabó causando destrozos irreparables su propio equipo. Pere Capdevila, Albert Oliver y Ramón Bordas no se andaron con rodeos. Sus triples dictaron sentencia y acabaron dejando la segunda muesca en la breve serie de fracasos acumulados en el Palau. Caprabo Lleida ya está a tres victorias de distancia.