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El francés Jean-Louis Schlesser (Schlesser) aprovechó la llegada del Rally París-Dakar a Mali, con la disputa ayer de la decimosexta etapa entre Nema y Bamako sobre 214 kilómetros de especial, para animar la categoría de coches y meter presión al japonés Hiroshi Masuoka (Mitsubishi). Masuoka, que venía de ganar la etapa de ayer, vio como los 38 minutos y 20 segundos con que partía en la salida de Bamako se quedaron al final de la jornada en tan sólo seis minutos y medio que animan la prueba de cara a su recta final.

El japonés rompió la rótula de la rueda trasera izquierda de su Mitsubishi en el kilómetro 154 de la especial y vio como estuvo a punto de marcharse con ello su liderato. Masuoka realizó una reparación de urgencia y pudo llegar a la meta, aunque en el puesto 29 y a más de 37 minutos del ganador de la etapa, el portugués Carlos Sousa (Mitsubishi). De un día para otro la prueba ha cambiado por completo, y mientras ayer era Masuoka quien se las prometía muy felices, hoy Schlesser ha demostrado que está dispuesto a ganar su tercer Dakar consecutivo.

En motos, el sudafricano Alfie Cox (KTM) se apuntó su segunda victoria en esta edición al cubrir los 214 kilómetros en un tiempo de 2 horas, 30 minutos y 28 segundos, seguido por el italiano Giovanni Sala (KTM) a 2:23 y del sueco Per-Gun Lundmark a 7:01. El italiano Fabrizio Meoni (KTM), líder de la prueba, y el español Jordi Arcarons (KTM), segundo, continuaron con su estrecho marcaje y en esta ocasión fue el catalán quien ganó un minuto y medio.

Por su parte, Isidre Esteve (KTM) fue décimo a casi un cuarto de hora de Cox y ha visto como el sudafricano se le acerca en la general, con el que tan sólo cuenta ya con ocho minutos de diferencia. Mañana se llegará a Bakel, en Senegal.