Leo Biagini, en un reciente entrenamiento; el delantero regresa a la convocatoria del Mallorca. Foto: T. MONSERRAT

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Sacudido todavía por un partido que le recordó de forma brusca que sigue instalado en un segundo escalafón, Tenerife aguarda al Real Mallorca recargando su confianza echando una mirada hacia atrás. Dejar a Real Oviedo y Deportivo A Coruña en el camino no es un logro vulgar, delata que el grupo de Rafa Benítez maneja argumentos interesantes y que su fútbol es harto fiable. Es algo que ha puesto en alerta al cuadro balear. El equipo de Aragonés se siente favorito, pero con matices.

Después de aplicar un formato que ha acabado sacando los colores a algo más de la mitad de la élite nacional y ha lanzado al estrellato a los Guadix, Gimnástica y cía, la Copa regresa a las eliminatorias a doble partido. Y en este sentido el Real Mallorca parece tener muchas cosas que decir. La estadística también dice que el cuadro bermellón no pierde en las afueras de Son Moix desde el pasado mes de noviembre y Luis Aragonés quiere prolongar esta dinámica en el Heliodoro Rodríguez. «El hecho de que la eliminatoria se resuelva en dos partidos nos da más opciones, pero también tenemos claro que vamos a topar con un rival complicadísimo en sus salidas», advirtió el preparador poco antes de emprender el viaje a Tenerife.

La presencia en la lista de convocados de Leonardo Biagini "regresa después de caer lesionado en la segunda jornada"; la probable incursión de Àlvaro Novo en el equipo titular "Finidi se encuentra concentrado con su selección" y la continuidad de Leo Franco en la portería "en los últimos días se había especulado con la posibilidad de que Germán Burgos fuera alineado en la Copa", polarizan la actualidad de un Mallorca que pretende desequilibrar la eliminatoria en sus primeros noventa minutos.