Fernando Niño, autor del segundo gol, dedicando el tanto a su hijo recién nacido. Foto: T. MONSERRAT.

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El Real Mallorca volvió a sufrir para hacerse con los tres puntos en juego. Después de empatar contra Zaragoza, Osasuna y Celta, ayer consiguió reencontrarse con la victoria pero fue necesario afrontar dos remontadas. Los jugadores se marchan de vacaciones con tres puntos en el aguinaldo y cumpliendo el objetivo de quedar clasificados en zonas europeas antes del parón navideño.

La primera parte empezó como siempre, es decir, mal. Finidi tuvo una primera acción para marcar pero falló sólo ante el marco rival. Poco después, en el minuto doce más concretamente, llegó el primer tanto del Espanyol. Fue en una acción espectacular de Sergio que superó de vaselina a toda la defensa y la pelota llegó a Tamudo que de tiro raso batió a Franco.

Otra vez un gol en contra y otra vez a remontar. De nuevo se salió con dudas y se pagó muy caro. Tocaba empezar a despertar y antes de llegar al minuto veinte, Finidi George, inventó una pared magnífica con Ibagaza que terminó con el balón en los pies de Marcos que fusiló a placer a Mora estableciendo el empate. Partido nuevo y a por todas. Luque tuvo el segundo pero su intento de batir por alto al portero terminó con la pelota en la pista de atletismo. Transcurría el minuto 24 y este fue el preciso instante en que los rojillos vieron por última vez de cerca a Mora.

El Espanyol no se vino abajo y se hizo con las manijas en el centro del campo. Sergio y Posse eran los futbolistas más incisivos y Tamudo creaba peligro cada vez que la pelota llegaba por sus inmediaciones.