Mateu Alemany inauguró la nueva tienda del Mallorca en Son Moix. Foto: TOMÁS MONSERRAT.

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El Mallorca hace memoria coincidiendo con la visita del Villarreal. Un gol de Reyes en el penúltimo partido del curso 92/93 privó a los baleares del ascenso a Primera y ahora, un puñado de años más tarde, regresan con Víctor Muñoz en la banda y un buen manojo de cuentas pendientes por resolver (Lluís Sitjar, 21.00 horas, Autonómicas y La 2).

El aragonés ha recordado durante la semana su paso por la isla sin acritud y con buen talante, pero no ha olvidado los linajes del presidente que le despidió cuando el Mallorca era líder de Segunda División y sus dígitos eran ampulosos. Vuelve como referencia en el banquillo de un Villarreal que ha seguido una trayectoria paralela a la rojilla; le han sacado los colores a los grandes y se han instalado en la zona de privilegio de la clasificación.

Se encontrará el zaragozano algunas señas de identidad ligadas a su paso por el club balear. Stankovic, que recupera una plaza en el once gracias a la ausencia de Miquel Soler, y Olaizola, ahora capitán, siguen en el equipo. El Villarreal se medirá a un Mallorca quebrado por las bajas y que será muy distinto al que ha actuado en las últimas seis semanas. La desaparición del catalán del flanco izquierdo permitirá la vuelta de Lluís Carreras, Stankovic jugará más adelantado y desplazará a Ibagaza a la media punta, por lo que Eto'o será suplente y Luque será el único abanderado de la vanguardia mallorquina.

La recuperación de Engonga ha sido la mejor noticia que ha recibido Aragonés durante la semana, por lo que el círculo central gozará de buena salud y agradecerá la entrada de Stankovic; el serbio, que recompone el dibujo básico del equipo, obligará a Eto'o a iniciar el choque en el banquillo por una simple cuestión de aritmética. Sólo pueden jugar tres extranjeros "Finidi, Stankovic e Ibagaza" y el camerunés ha sido el gran damnificado.