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El Real Mallorca empezó ayer a centrar toda su atención en el próximo partido de Liga que le enfrentará al Villarreal de Víctor Muñoz. Desde la entidad se rebaja un 25% el precio de las localidades, además se regalan 5.000 a los socios y, desde el vestuario, se prepara concienzudamente el partido para intentar que los puntos se queden en casa. Luis Aragonés insistió ayer en una de sus máximas, en uno de los puntos más importantes de su manual. El de Hortaleza no quiere que se escapen los puntos de casa y ayer recordó al entorno la necesidad imperiosa de convertir el campo mallorquinista en un fuerte inaccesible para los rivales.

«En casa nuestro campo debe ser inexpugnable. Si al final quieres hacer algo y estar arriba, en casa se tienen que perder muy pocos puntos. Siempre se te va alguno pero hay que tratar que sean los menos posibles», recalcó el entrenador mallorquinista.

Ante el Villarreal se presume un partido similar al que protagonizó el conjunto rojillo ante el Numancia. Es decir, un rival sin mucho nombre pero que seguro pondrá las cosas muy difíciles a la escuadra isleña. «Ante el Numancia fue un partido difícil pero ahora es más difícil este porque es el que toca jugar. Los dos equipos son complicados y en el caso del Villarreal ellos tienen mayor contundencia arriba, es un conjunto con más toque, tiene dos delanteros que llegan y un centro del campo que se desdobla bastante bien y ahí tenemos que estar muy listos», explicó Aragonés.