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1 GIMNÀSTIC: Oliva (1), Gordillo (2), Villena (1), Quique (1), Barila (1), Serrano (1), Masnou (2), Manolo Herrero (1), Fran (1), Félix Prieto (2) y Castillejo (1).
Cambios: Pallarés (1) por Villena, Codina (1) por Fran y Kali Garrido (1) por Castillejo.
2 MALLORCA B: Alberto (1), Pelegrín (1), Miguel Sánchez (1), Buades (2), Cordero (2), Romerito (1), Campano (1), Robles (2), Merino (2), Güiza (1) y Riera (1).
Cambios: Jesús (-) por Robles y Quique Mateo (-) por Riera.
ÀRBITRO: Villanueva Angulo (Colegio Aragonés). Amarillas a los locales Barila, Serrano y Quique y a los visitantes Romerito y Cordero.
GOLES:
Minuto 42, Güiza, 0-1.
Minuto 50, Campano, 0-2.
Minuto 78, Masnou, 1-2.
LO MEJOR: Güiza
LO PEOR: Nada

ÀREA 11 - Tarragona
Dos goles psicológicos del conjunto balear, uno al final de la primera parte y otro al inicio de la segunda, decidieron a favor del equipo isleño ante un Nàstic que se volcó en la segunda parte pero no pudo impedir que los tres puntos volaran.

La primera ocasión clara del encuentro llegó después de una triangulación entre Félix Prieto, Manolo Herrero y Castillejo que este último no logró culminar en el minuto 26. Hasta entonces ambos equipos apenas habían creado juego ni oportunidades. El propio Castillejo estuvo a punto de nuevo de abrir el marcador instantes después, pero su disparo salió desviado. El Gimnàstic parecía que había tomado el mando del encuentro pero cuando menos se lo esperaba y en una jugada aislada Güiza pescó el balón suelto en un contragolpe visitante y sorprendió al guardameta Oliva después de que su disparo tocara los pies de un defensor.

En la segunda parte todavía se complicaron más las cosas para el equipo granate después de que Campano se anticipara a su marcador, Villena, a la salida de un córner, y marcara el 0-2 nada más arrancar ese período. El Gimnàstic jugó a partir de entonces casi a la desesperada en busca del empate. El entrenador local, Josep Maria Nogués, realizó sus tres cambios en busca de mayor poder ofensivo para intentar romper la tela de araña que había montado el filial balear. El fruto a su insistencia llegó en un disparo cruzado de Masnou que marcó el 1-2 con doce minutos por delante. Pero la capacidad de crear peligro se acabó entonces, pues el Nàstic ya no dispuso de más oportunidades y el Mallorca B se defendió ante el acoso local.