TW
0
JAVIER SÀNCHEZ (EFE) La opción más clara de medalla del equipo español de vela en los Juegos de Sydney se ha quedado finalmente en un diploma, en un cuarto puesto que sabe a muy poco por la calidad de los españoles en 49er. Santiago López Vázquez y Javier de la Plaza llegaron a Sydney con un objetivo claro, el oro olímpico. Su palmarés, actuales campeones del mundo de la clase, y, sobre todo, una intensa preparación en Santander les colocaba como los grandes favoritos, reconocidos incluso por su más directos rivales para subir al podio.

Sin embargo, una cosa son los favoritos sobre el papel y otra bien distinta en el agua. Aquí todo cambia y más en un campo de regatas que por sus extraños cambios de viento y corrientes, favorece más a los que en principio no deberían estar arriba, pues un golpe de suerte les puede llevar hasta las primeras posiciones, mientras que los favoritos nunca pueden navegar con la seguridad y la tranquilidad que les da el saberse mejores.

Una de las claves de no haber estado más arriba puede ser el fuera de línea de la décima regata que llevó a su descalificación y en la que habían terminado segundos. Estos puntos perdidos se han revelado, al final, esenciales para la clasificación.

José María van der Ploeg y Rafael Trujillo en Star parece que no van a caer en los mismos errores y tras cuatro regatas lideran la clasificación general pese a los intentos del brasileño Grael Torben por arrebatarle ese lugar de privilegio. Los españoles están demostrando una muy buena velocidad que les permite salir de las situaciones apuradas, las pocas en las que caen. Su octavo y tercer lugar en las dos pruebas disputadas hoy son suficiente para mantenerle arriba y confirmar que hoy por hoy son la gran esperanza de que la vela española mantenga la tradición iniciada en Los Angeles 1984 de obtener siempre por lo menos un oro.