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EUROPA PRESS (SANTANDER)
El debate sobre las técnicas de prevención y detección del dopaje ha quedado obsoleto en la Vuelta a España. Escrutado al milímetro el territorio para hallar cualquier cumbre anónima e imposible (L'Angliru), rescatadas disciplinas que habían quedado en el olvido (contrarreloj el último día) y promovidas nuevas medidas para aminorar la fatiga del ciclista (reducción del kilometraje), la discusión se centra, ahora, en dilucidar si la proximidad del llamado «día de descanso» (dos en tres días) es beneficioso para el rendimiento del ciclista.

La preocupación no es vana. De hecho, esta materia ha sido el objeto de estudio en un reciente simposio sobre medicina deportiva celebrado en Zaragoza. Un informe elaborado por dos de los equipos punteros del panorama ciclista, el ONCE y Banesto, concluye que el descanso siempre es positivo para la salud del ciclista, aunque cabe el matiz de considerar si se han de separar aún más estas jornadas de tregua muscular.

«Quizá no haya que colocarlos tan juntos», apunta, en declaraciones a Europa Press, Nicolás Terrados, el médico del ONCE y especialista en el entrenamiento en altura. «Pero no cabe duda de que es un adelanto y bueno para la salud del ciclista», añade.

El temor despertado por las temidas «pájaras» (reducción del rendimiento por una insuficiente alimentación o falta de entrenamiento) posteriores al día de descanso trastocó los hábitos de corredores y grupos deportivos. Ya nadie osa tomarse el «día libre» y no salir a entrenarse. Los conjuntos diseñan, en cambio, un «descanso activo» con unas series de ensayos.