Un grupo de mallorquinistas, retirando entradas en Son Moix.

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Aparte de los malos resultados de pretemporada y los graves problemas institucionales en que está inmerso, al Mallorca se le ha abierto un nuevo frente de preocupación en el número de abonados, que será, según apuntan todas las previsiones, notablemente inferior al de la pasada temporada.

A día de hoy, el club maneja un dato inquietante: un tercio de las personas que disponían de carnet la campaña 1999/2000 ha dejado pasar el plazo de renovación sin acercarse a Son Moix a retirar el nuevo, lo que significa que el Mallorca cuenta con cinco mil abonados menos que en el mencionado periodo, donde un total de quince mil personas pasaron por taquilla al reclamo de las buenas perspectivas que ofrecía aquel equipo clasificado para la Liga de Campeones y recién proclamado subcampeón de la última Recopa de Europa de la historia.

Todavía no ha transcurrido un año desde que el Molde eliminara al Mallorca y sin embargo el panorama es radicalmente distinto. Después de perder toda opción de regresar a Europa al caer en la primera eliminatoria de la Intertoto y tras firmar una pretemporada muy gris en el capítulo de resultados, el Mallorca afronta su futuro sumido en la más absoluta de las incertidumbres habida cuenta de que a la crisis deportiva hay que añadir la grieta institucional que amenaza con abrir la marcha del consejero delegado Mateo Alemany a Madrid. El actual número uno del club se encuentra muy cerca de la órbita del club blanco aunque el directivo no tiene intención de dejar la entidad antes de dejar solventados, si no todos, al menos los principales asuntos pendientes que presenta la gestión de la entidad.