Coge la raqueta por primera vez cuando contaba con seis años de
edad en Can Simó y ahora con veinte está a un paso de consagrarse
entre las mejores tenistas del mundo. Nuria Llagostera Vives, la
jugadora mallorquina más importante de la historia, ha realizado
una temporada impresionante. En un año ha ganado más de quinientas
posiciones en el ránking WTA, en el que ahora ocupa el puesto 115.
El Open USA le ha cogido unas semanas pronto y probablemente se
quede a tres o cuatro jugadoras de poder entrar en el cuadro final
del último Grand Slam de la temporada, pero su carrera ha
despegado. Nuria Llagostera no tarda en hacerse un hueco entre las
mejores jugadoras nacionales. Campeona regional en su categoría,
siendo infantil gana el Sport Goofy y el Manuel Alonso. Estas
victorias le dan el pasaporte para entrar en el CAR de Sant Cugat
con la Federación Española. La experiencia no cuaja y tras regresar
a Can Simó y a la Escuela Superior para con 18 años regresar a
Barcelona a entrenar con Carmen Perea y ahora en la Academia
Sánchez-Casal.
La tenista isleña ha protagonizado una gran progresión. En el 99
era la 650 del mundo y hoy es la 115. Está a un paso de entrar en
el top cien y Llagostera no quiere que se prolongue más. El
objetivo está en cruzar la línea de las 100 mejores antes de acabar
la temporada, meta que se plantea «asequible».
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