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Suena a tópico, pero el afirmar que para ganar una regata hay que trabajar en equipo es una máxima que se tiene que cumplir a rajatabla. Es por eso que el vínculo de compañerismo llega a su máxima expresión. El hecho de pasar cerca de ocho meses junto al mismo grupo humano da para bromas, momentos curiosos y alguna tensión. Pero el mar es la vida de muchos que después de competir dedican el resto de su tiempo a actividades relacionadas con el mundo de la vela.

La embarcación «Antena 3 Loewe» es una de las sensaciones de la presente edición de la Copa del Rey de vela. Es un equipo que lleva más de una década navegando juntos y su nivel de confianza no les impide conocer cuál es la función de cada uno dentro del barco. Angel Roquero, uno de los hombres fuertes en el velero, afirma contundente que «la vela es un deporte de equipo. Si hay uno que no rinde, el barco no funciona».

En el caso opuesto al «Antena 3 Loewe» hay que situar a la tripulación del «Telefónica MoviStar». El grupo que Pedro Campos tiene una corta historia como equipo. Campos se encontró en el último momento sin barco y «tuvimos que pescar uno al final». El patrón del equipo telefónico encontró el único barco que quedaba en Dinamarca y tuvo que traerse a la mitad de la tripulación danesa. Así se forma un curioso equipo con nombres como los del propio Pedro Campos, Iñaki Domínguez, René y Martín que se mezclan con los Soren, Dan, Jesper, Peter y Jens. También llama la atención ver comunicarse al equipo. El «spanish-english» es la lengua oficial.