Rotger, «Trobiani» y Ramón López, minutos antes de iniciarse el encuentro.

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FERNANDO FERNÀNDEZ La desolación se adueñó del vestuario visitante del Ceahlaul Stadion. El Real Mallorca se vio apeado de Europa a cuatro minutos del final y sin merecer que la fortuna les esquivara. Los rostros de Juan Ramón López, sus ayudantes, y en especial de los jugadores, hablaban por sí solos. Se había trabajado a conciencia y la ilusión tocaba techo, por lo que la caída hizo mucho más daño si cabe.

Con cara de circunstancias, los expedicionarios afrontaron un viaje de vuelta en el que la decepción y la tensa espera en Bacau hicieron dibujar la imagen de la tristeza en el rostro de los pupilos de López. Sin duda, los más veteranos fueron los que más exteriorizaron su sentimiento de rabia ante una injusta derrota. Jorge Cordero lo dejó claro. «El vestuario estaba roto en los momentos posteriores al fin del encuentro. Llevábamos muchos días trabajando duro y a conciencia para intentar realizar un buen papel. Sabemos que hemos dado todo en los dos partidos, pero eso no nos acaba de consolar, más teniendo en cuenta que pusimos la eliminatoria en franquicia con el gol de Güiza», afirmó el lateral.

Mateu Alemany ya se encargó de calmar la situación y dejar claro que no había nada que reprochar a los jugadores, que hicieron todo lo posible dentro de sus posibilidades y ante un rival que sacó jugo a su mayor rodaje entre la élite. Otros le ponían buena cara al mal tiempo y miraban al futuro con optimismo. Julián Robles, un joven veterano en las lides internacionales, coincidió con sus compañeros en declarar que «el resultado de la eliminatoria había significado una pena muy grande para todos los que hemos dado el máximo tanto en Son Moix como en Rumanía. Tras haber hecho lo más difícil, e ir por delante, no supimos rematar y pecamos de inexperiencia». Parece claro que el pelirrojo centrocampista tiene billete reservado a Kössen, «que sería lo mejor que me podría pasar en mi vida deportiva», concluyó un Robles que parece que este año se va a quedar sin vacaciones.