Pese a su victoria por la mínima ventaja, en el Arena de
Amsterdam, el equipo de José Antonio Camacho ganó en parte el
crédito que había perdido tras la derrota ante Noruega. Aunque es
cierto que España, que siempre sufre cuando la presión la acucia,
se encontró en esta ocasión con que el resultado le fue casi
siempre favorable y no tuvo que hacer frente a sus tradicionales
nervios. Raúl abrió el marcador en el minuto 4 y Joseba Etxberría
marcó el segundo tanto, en el 60, cuando sólo dos minutos antes la
estrella eslovena, Zlatko Zahovic, había empatado. A España no le
dio tiempo a temblar.
El conjunto español sufrió una transformación absoluta respecto
al partido contra Noruega. Los cambios introducidos por el
seleccionador José Antonio Camacho tuvieron mucho que ver. La
movilidad de Alfonso dio un plus a la delantera española que había
estado demasiado estática ante los escandinavos, quienes
controlaron sin problemas al espigado Ismael Urzaiz, que esta vez
se quedó en el banquillo, aunque entró en la segunda mitad. En el
centro del campo, Gaizka Mendieta, sustituto del deportivista Fran
en el lado izquierdo, fue el apoyo perfecto para un Pep Guardiola y
un Juan Carlos Valerón mucho más entonados que contra Noruega.
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