Son Moix cierra esta noche su primera temporada. El flamante
estadio mallorquinista albergará el último choque de la presente
Liga y despedirá una campaña atípica por los muchos acontecimientos
que prácticamente semana a semana se han ido produciendo en el seno
del club bermellón.
El Atlético de Madrid es el invitado de piedra a esta última
función. Los rojiblancos aterrizan hoy mismo en Palma y disputarán
el último partido en Primera División después de consumarse hace
dos semanas el descenso de categoría.
El de esta noche será un partido triste para el equipo
madrileño. Con Antic fuera del banquillo, Gil ha confiado los
destinos del finalista de Copa a Fernando Zambrano. El Mallorca por
su parte afronta el encuentro en el primer aniversario de la
inolvidable final de Birmingham. Ahora el equipo lucha por hacerse
con la séptima plaza cuyo premio (¿?) es participar en la Intertoto
con mayor margen de tiempo que si el equipo termina octavo.
La motivación es por lo tanto mínima y más en una semana donde
todo parecía indicar que el club intentaría dejar cerrada la
renovación de Fernando Vázquez. Nada más lejos de la realidad. La
continuidad del entrenador sigue en el aire, el club continúa en un
aparente estado de inactividad, y las especulaciones no hacen sino
aumentar día tras día.
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