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Córdoba hierve y nombrar al Drac Inca es hablar del demonio. Cajasur ha declarado la guerra sin disimulo alguno y el grupo de Olmos sabe que esta mañana en el Vista Alegre deberá sobreponerse a muchas cosas si quiere cubrir con éxito el primer trayecto de la temporada y eludir un fracaso enorme. La prensa local ha cargado las tintas y desde hace varios días presidente, entrenador y jugadores del cuadro andaluz se han aplicado en encender los ánimos narrando historias que poco tienen que ver con la realidad.

Un pabellón lleno y un equipo convencido de sus posibiliades se cruzarán en el camino del Drac Inca. No obstante, los problemas físicos de Lou Roe, que padece un fuerte esguince de tobillo, y Luis Merino parecen ser la principal preocupación de Paco Olmos. «Lo que tenemos que hacer nosotros es jugar al baloncesto y ganar. A eso hemos venido», subraya el técnico mallorquín. En el otro banquillo, Rafa Sanz también deja claro que el Cajasur tiene todavía muchas cosas que decir y, de paso, amenaza: «Cuando se acabe esta eliminatoria hablaré de Paco Olmos». Ésta es una muestra insignificante de la tensión que cubre el quinto y último partido de la eliminatoria. Gloria o fracaso. No habrá término medio para un Inca que confía en imponer su mayor talento y calidad para acceder a los cuartos de final. «Confío muchísimo en mis jugadores y todos estamos convencidos de que vamos a ganar. Ya hemos jugado cuatro veces contra el Cajasur y por tanto nos conocemos todos bastante. También está claro que nos espera un partido muy duro, pero tenemos jugadores con experiencia y el ambiente no debe afectarnos», añadió el preparador del Inca. William Gladness, tras la resolución de competición, podrá jugar.