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La LEB se tambalea y el agrietamiento de las relaciones entre los clubes y la Federación Española de Baloncesto (FEB) es enorme. La futura aparición de una categoría intermedia entre la LEB y la Liga EBA, gestada por la propia FEB y que pasaría a denominarse Primera División nacional, ha irritado sobremanera a los dieciseis clubes que forman en la actualidad el grupo LEB.

Horas antes de la reunión que debían mantener anoche en Madrid los representantes de los clubes la tensión era máxima y una facción importante abogaba por pasar a la acción y adoptar medidas de fuerza. La amenaza de un plante, que antes del cónclave apoyaban los dirigentes de ocho equipos "entre ellos en Menorca Bàsquet", puede cobrar protagonismo si la FEB se cierra en banda y una vez más hace caso omiso del pliego de reivindicaciones que debe presentar la comisión delegada de la LEB esta misma mañana en la capital de España.

Al margen de la aparición de una LEB II o Primera División nacional, los clubes también han aireado su malestar con las nuevas condiciones económicas que ha previsto fijar la Federación Española la próxima temporada "un aval de 50 millones de pesetas y una inscripción anual de 6 millones" y acusan al equipo de gobierno que preside Ernesto Segura de Luna de ocultar un desmesurado afán recaudatorio. «Estamos hartos de que todo sean imposiciones y de no obtener nada a cambio», manifestó a esta redacción José Luis Sintes, máximo mandatario del Menorca Bàsquet y miembro de la comisión delegada de la Liga LEB.

Sintes advirtió que el sentimiento y la postura de los clubes quedó patente en las pasadas reuniones de Granada y Lleida. «La posibilidad de que nos plantemos está allí y la verdad es que no es ninguna broma. Es cierto que tenemos muchas cosas a perder, pero también muchas a ganar; se ha llegado a una situación que es casi insostenible porque los que hemos hecho atractiva la Liga LEB somos los clubes con las inversiones económicas que hemos realizado», subrayó el dirigente menorquín.