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LUIS VILLAREJO (SPLIT)
Croacia, una nación con 4 millones de habitantes que capitaliza Davor Suker, sirve de laboratorio a Camacho, que se plantea varias cuestiones tácticas. ¿Puede suplir España las ausencias de Guardiola y Raúl con garantías?.

La respuesta aguarda en el estadio del Hajduk Split. Una lesión a última hora de Pep Guardiola, semanas antes del Mundial de Francia, tumbó los cálculos del anterior seleccionador, Javier Clemente. El no encontró el recambio. Y España lo pagó caro en el Mundial.

Ahora restan meses y hay tiempo para buscar alternativas, si es que las hay en el fútbol español. Jugando Valerón y Fran, con el fuelle al lado de Engonga o Mendieta, la baja del azulgrana podría atemperarse.

Lo mismo ocurre con Raúl. Hasta hoy, en la temporada 1999-2000, era el futbolista más utilizado por Camacho. Suma 580 minutos en los siete partidos que ha vestido la camiseta del equipo absoluto en este periodo. El seleccionador sabe que buscar un sucedáneo de Raúl es tarea imposible. Para jugar entre líneas, como media punta, dará minutos a Víctor, del Real Valladolid, o bien a Pedro Munitis. Pero eso a lo largo del partido. Sin embargo, si Camacho finalmente decide apelar a un valor clásico y seguro, una solución fiable sería la de devolver a Luis Enrique su ilusión de actuar en punta al lado de Ismael Urzáiz. El técnico dejó entrever que Luis Enrique es una de las soluciones más coherentes para suplir a Raúl.

En definitiva, un banco de pruebas ideal, pero que llega en un momento difícil para el futbolista español. La mayoría opina que se debe abrir ya un periodo de reflexión seria. El jugador de elite se quema. No sabe ya cuándo se levanta y en qué ciudad amanece. No sabe si desayuna en Milán, en Madrid, Copenhague o Río de Janeiro. Son robots que deambulan con la vista cansada por los aeropuertos. Calculan los internacionales españoles que actúan en la Liga de Campeones que pueden llegar a jugar más de 80 partidos esta campaña.

Los datos todos los expertos estiman que más de 40 partidos al año son ya suficientes. Duplicar la temporada como ahora se hace obliga ya al jugador a cambiar el guión habitual del manual del fútbol y a un cansancio extra.