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OSCAR GONZALEZ - MURCIA
Camacho no sólo ratificó el aviso, sino que lanzó un «ultimatum»; o le dejan trabajar con total libertad o ni siquiera dará la próxima convocatoria. Federación, Real Madrid y Valladolid tienen un mes para buscar una nueva fecha, porque el técnico volvió a dejar claro que sus manifestaciones no fueron fruto del enfado del momento. «Yo ya he hablado claro. No somos niños que un día digamos una cosa y luego lo pensemos mejor, espero que sirva de algo. Si vuelve a suceder una situación similar y el partido de España coincide con el Valladollid-Real Madrid no doy la lista», indicó.

El técnico desmintió que hubiese presentado su dimisión, ayer, a las 09.00 horas de la mañana. «No voy a estar contestando tonterías todos los días. A esa hora estaba durmiendo», dijo. Tampoco se siente más reforzado, después de la conmoción que provocaron sus declaraciones y asegura que trató «de llamar la atención para que se vea lo que hay». «Si la selección española es el equipo de todos, quiero que sea el equipo de todos. Yo me hago respetar, defiendo los intereses de de España y de los aficionados», señaló.

Para Camacho, todo lo sucedido «es lamentable». «Yo debería tener una tranquilidad pasmosa. En la selección española todos deberíamos coincidir y, sin embargo, estamos ante una situación anormal. Luego se querrá exigir y diréis que somos favoritos, pero para eso tenemos que tener toda la tranquilidad y todo el apoyo», añadió. Camacho, no obstante, asegura que aún hay tiempo para resolver el problema que no se quiere «adelantar a los acontecimientos» e, incluso, que su dimisión no sería traumática, «porque el que venga tendría el mismo tiempo para preparar el equipo».