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El tobillo izquierdo de Stankovic, machacado en una dura entrada de Frank de Boer con ocasión de la visita del Barça a Son Moix, envuelve algo más que una simple lesión. La lenta recuperación del serbio se ha convertido en un test de paciencia que no todos han logrado superar. Hace apenas nueve días, Antonio Asensio se remitía a esa dolencia para cargar contra la labor de los servicios médicos del club y cuarenta y ocho horas después Joan Roig era destituído. Sin embargo, con el ex jefe médico fuera del equipo, el tobillo del centrocampista sigue siendo un foco de dudas. El pasado jueves, tanto Fernando Vázquez como el sustituto de Roig, Tomeu Munar, expresaban unánimemente su confianza en que Stankovic volviera al equipo en una semana, sin duda una buena noticia de no ser porque hay quien no está de acuerdo con esa previsión. Por ejemplo, Jovan Stankovic. El centrocampista aseguró ayer a este periódico que su periodo de recuperación no será inferior a dos semanas y descartó que dicho tiempo signifique su segura vuelta a los terrenos de juego. Pese a todo, el jugador se mostró optimista por la evolución. «Ha sido una lesión muy problemática, cuando se produjo nadie se imaginó que fuese a durar tanto pero las cosas han ido así. Afortunadamente ya puedo empezar a entrenar y confío en que estemos al final del proceso», indicó el serbio, que esta semana reaparecerá en los campos de Son Bibiloni. «La verdad es que me encuentro bastante animado porque veo que voy progresando, aunque ya digo que mucho más lento de lo que esperaba», terminó diciendo. El cuadro de lesiones, que engrosó el lunes con la confirmación de la baja para unos dos meses de Ariel Ibagaza, sólo ha arrojado de momento dos datos esperanzadores: la pronta incorporación de Miquel Soler y el alta definitiva de Lluis Carreras, aquejado de un fuerte proceso gripal que le impidió jugar en el Santiago Bernabeu. Menos tranquilizador es el caso de Djokaj, que deberá guardar reposo tras ser intervenido de la pared abdominal.