Los jugadores del Real Madrid entrenaron ayer por la mañana en las instalaciones de la Ciudad Deportiva del club blanco.

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Cuando Paco Sanz se viste de corto o hay Copa del Rey "primera ronda, por supuesto" o hay problemas. La presencia del hijo menor del presidente madridista en el Santiago Bernabéu es el más claro indicativo de los imponderables que azotan a un Real Mallorca cuya crisis va mucho más allá de los resultados. Fernando Vázquez ha tenido que echar mano de todos los recursos a su alcance para confeccionar la lista de convocados que ayer viajaron a Madrid.

El de esta noche será un encuentro marcado por las urgencias. Aunque con una situación mucho menos acuciante que la de su rival en lo que a bajas se refiere. El Real Madrid regresa a la liga envuelto en la presión que le ha acompañado durante todo el campeonato. El grupo de Vicente del Bosque aspira a iniciar esta noche su recuperación después de su titubeante andadura por el Mundial de Clubes. Del Bosque también tiene bajas. Para el encuentro de hoy no podrá contar con los lesionados Balic, Anelka e Illgner, ni con Geremi y Bizarri que se encuentran con sus selecciones jugando la Copa de Àfrica y el preolímpico con Argentina, respectivamente. A lo que se une la baja por sanción de Guti. Además, el jugador camerunés Samuel Eto'o ha viajado a Vitoria para cerrar su cesión con el Alavés.

Sin embargo eso son pequeños problemillas comparado con el cuadro que se le presenta a Fernando Vázquez, que presencia incrédulo cómo la plantilla le mengua por momentos: cuando el equipo despegó de Son Sant Joan, el técnico gallego contaba nueve bajas, un número que aumentó a diez en Madrid cuando se detectó que Carreras, aquejado de gripe, tampoco podrá jugar esta noche. La enfermedad de Carreras fue la gota que colmó un vaso que podría desbordarse definitivamente si Diego Tristán decide no jugar. Ante este panorama Vázquez "que ha dejado en la voluntad del delantero sevillano la decisión de vestirse de corto o no" citó a diecinueve futbolistas a la espera de la decisión de Diego Tristán. Si el sevillano decide entrar en el equipo o en la convocatoria, Paco Sanz saldría de la misma.

El técnico bermellón se ha visto obligado a echar mano del filial convocando a los defensas Cordero y Romerito y al interior derecho Àlvaro Novo, cuya titularidad confirmó escasas horas antes de viajar. Aún con todo, el entrenador gallego no pierde la esperanza y está dispuesto a agarrarse a un clavo ardiendo para autoconvencerse de que el milagro es posible: «Puntuar en el Bernabéu es algo que está a nuestro alcance a pesar de las bajas. Cuando dirigía al Compostela también teníamos muchas ausencias y lo logramos», señaló.