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EFE - BUENOS AIRES Un juez federal argentino abrió una investigación para determinar la forma en que un intruso entró en la madrugada de ayer a la clínica de Buenos Aires donde está internado Diego Maradona para, supuestamente, vender cocaína al ex futbolista argentino. El cardiólogo Carlos Àlvarez, que atiende al «Pelusa», debió comparecer ayer en el Juzgado del magistrado Gustavo Literas, tras haber declarado a la prensa que un falso médico, que incluso llevaba un estetoscopio, pretendió sin éxito acercarse a la habitación que ocupa Maradona.

Literas inició un sumario penal al recibir una denuncia que el fiscal federal Jorge Di Lello presentó de oficio ante la difusión del insólito hecho en la clínica Sagrada Corazón, de la capital argentina. Maradona se recupera de una cardiopatía severa causada por su adicción a las drogas y, en los próximos días, los médicos que le atienden pretenden trasladarlo a un centro de desintoxicación del exterior para tratar su enfermedad.

El ex capitán de la selección argentina realizó ayer su primera aparición pública tras ser hospitalizado en la ciudad uruguaya de Punta del Este, el pasado 4 de enero, con un cuadro de hipertensión y arritmia ventricular. En la entrevista, que también provocó el enojo de los médicos, Maradona dijo que quiere escapar de la «mierda» que ha significado en su vida la adicción a las drogas, la que confesó públicamente hace unos años.