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Jornada de reflexión. La plantilla del Real Mallorca meditó ayer en Son Bibiloni sobre la situación deportiva actual por la que está atravesando. Desde la derrota ante el Betis hasta la eliminación de la Copa el equipo está atravesando un bache de juego y de resultados muy negativo, al margen del partido disputado ante el Sevilla, que le está llevando a sembrar serias dudas sobre el potencial del plantel que dirige Fernando Vázquez.

Ayer todos los futbolistas se encerraron en la caseta y por espacio de una hora debatieron sobre la situación actual. Mientras esto ocurría Fernando Vázquez esperaba pacientemente junto a sus ayudantes a que la reunión finalizara para ponerse a trabajar. Los futbolistas realizaron una clara acción de autocrítica y en un propósito de enmienda se autoexigieron un cambio radical de actitud tanto dentro como fuera del terreno de juego.

El colectivo sabe que no brilla a su mejor nivel y que de continuar con esta pasividad los problemas irán en aumento. Javier Olaizola mostró sus galones y habló otra vez muy claro. El vasco no dudó en asegurar que el equipo está atravesando por un mal momento de juego desde hace varias semanas. «No estamos en nuestro mejor momento en cuanto a actitud pero esto no viene de ahora, hace ya un par de partidos que esto nos ocurre y hay que ponerle fin a esta situación», comentó.

Respecto a la charla que mantuvieron los futbolistas en la caseta, Javier reconoció que esto no es habitual en el Mallorca ya que hasta la fecha todo ha ido muy bien. «Este tipo de charlas no son habituales porque aquí estamos acostumbrados a que todo vaya bien pero ahora, cuando hemos perdido dos partidos con esta actitud es el momento de dialogar, tomar decisiones e intentar mejorar en todos los sentidos».