TW
0

«Es ridículo que me lo plantee porque hay doscientas alternativas para no tener que hacerlo», afirmó Gil Marín en su declaración ante el juez. El ex director general señaló que la Fiscalía Anticorrupción, que presentó una querella por una supuesta estafa de unos 4.000 millones de pesetas cometida en el Atlético de Madrid y una presunta defraudación o apropiación indebida desde 1992 de cerca de 9.000 millones de pesetas, «maneja un informe erróneo». «Estoy seguro de que las personas que le han hecho el informe al fiscal le han hecho un informe erróneo como consecuencia de una interpretación. Todo es interpretable y la contabilidad más, pero la interpretación del perito, Señor Menéndez, es errónea y ha inducido a un error al señor fiscal», indicó Gil Marín. El hijo del ex presidente atlético dijo en su declaración, que duró una hora y media aproximadamente, que los cuatro jugadores -Mbengue, Djana, Lawal y Maximiliano de Oliveira Teixeira-, por los que el club desembolsó en enero de 1998 más de 2.700 millones de pesetas, aunque según el fiscal su valor de mercado era inexistente, valían lo que se pagó por ellos. En este sentido y según fuentes de la fiscalía, Gil Marín sólo reconoció un sobreprecio en el fichaje de Rade Bogdanovic, «porque había contraprestaciones que no estaban en el contrato»,. El hijo de Jesús Gi se personó en la Audiencia Nacional «con la conciencia tranquila, de quien sabe que no ha cometido ningún delito y viene aquí a comentar lo que sabe». Gil Marín que, según explicó, fue cuestionado por todo lo ocurrido en el Atlético de Madrid «desde 1987 hasta ayer», mostró su confianza en la justicia y en que «la propiedad de las acciones y la gestión del club vuelvan a quien legalmente tiene que tenerlas».