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Partido enorme en el Palau. Bàsquet Inca y Caprabo Lleida cruzarán sus caminos en busca de un objetivo común: certificar su acceso a la Copa Príncipe de Asturias. Estar en Granada se ha convertido en algo más que un mero tratado de intenciones, es una obligación para un equipo que quiere granjearse el respeto de la LEB y que aspira a ser importante.

No obstante, el déficit que ha acumulado el grupo de Olmos en sus últimas actuaciones le ha ubicado en una tesitura complicada. Los números dicen que sin mejorar su actual hoja de servicios "ocho victorias y cinco derrotas" puede acceder a la Copa, pero Paco Olmos ha advertido que no quiere ningún tipo de dependencia y que su plantilla debe recuperar dosis de crédito.

Caprabo Lleida se perfila como un obstáculo importante. El representante catalán en categoría de plata acumula mucho talento y a dos de los jugadores más desequilibrantes de la competición: Joe Bunn y Roger Grimau. Entre los dos garantizan una producción ofensiva industrial y rebajar sus habituales prestaciones es uno de los principales retos del Inca. Bunn, pese a no superar los dos metros de altura, domina el juego dentro de la pintura. Rebotea con facilidad y siempre encuentra el camino más fácil para anotar "25'3 puntos de media. Roger Grimau no necesita presentación alguna. Formado en el Joventut, su tránsito por la LEB es circunstancial. Clarividente y con fundamentos de jugador de primer nivel, el escolta badalonés es otro de los pilares sobre los que se sustenta un Lleida que ha cosido gran parte de sus éxitos aferrándose a una defensa al límite. Agresivo e intenso en el juego sin balón, el equipo que entrena el experimentado Edu Torres completa su armazón con un director de juego con oficio y que estuvo en la agenda de fichajes del Inca "Jaume Comas, ex Badajoz"; un americano exterior que no acaba de adaptarse a la categoría "Nod Carter" y un cinco con muchos centímetros "Mario Gómez.

Bàsquet Inca tiene claro que muchas de sus opciones de éxito en la cita de esta tarde pasan por portar la brújula desde el primer minuto y oponer resistencia bajo los tableros. Este será su principal reto. Confirmada días atrás la baja del escolta Israel Pampín, que ha fichado por el Porriño de Liga EBA, Olmos afrontará el partido con diez jugadores.