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Olmos quiere una atmósfera acorde con las exigencias del partido y no ha dudado en reclamar la atención de la hinchada en las horas previas al duelo que enfrentará a dos equipos que irrumpieron con fuerza en la apertura de la Liga pero que han languidecido en la recta final de la primera vuelta. El técnico inquense ha optado por cargar de presión la cita ante el Caprabo Lleida. «No cabe duda que es el partido más trascendente del curso y necesitamos toda la ayuda posible, espero que la afición vuelve a reponder porque nos espera un partido muy complicado», ha advertido el preparador.

El valenciano estima que el Lleida es uno de los equipos mejor armados de la LEB, entre otras cosas porque cuenta con dos de los jugadores más desequilibrantes de la competición. «Nos enfrentamos a un equipo que tiene en sus filas al máximo anotador extranjero y al máximo anotador nacional y esto delata con cierta fiabilidad parte del potencial del adversario. El Lleida es un equipo muy intenso y que practica un baloncesto espectacular. Creo que casi no se pueden pedir más alicientes».

Apaleado en Murcia y con su pasado más reciente marcado por la derrota (una victoria en los cinco últimos partidos), Olmos sabe que el pulso de esta tarde puede rearmar anímicamente a su grupo. «Siempre hemos dicho que jugar la Copa no era nuestro objetivo, pero así como han ido las cosas está claro que quedarnos fuera supondría una decepción. El equipo está dolido por los últimos resultados, pero lo que ocurrió en Murcia ya está olvidado y todo el mundo es consciente de los que nos jugamos. Si ganamos habremos cubierno un objetivo que nos hemos marcado sobre la marcha y de eso se trata», subrayó el técnico.

Olmos desveló que el Básquet Inca ha preparado con mimo y tacto su compromiso ante el Caprabo Lleida. «Repito que es un partido trascendente. Es cierto que podemos tener otras oportunidades, pero no queremos esperar. Tenemos que seguir fuertes en casa y recuperar la confianza de la afición».