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Alcanzado el punto cero en Murcia "jugar peor es difícil", Olmos no ha dudado en cambiar su manual. El técnico del Bàsquet Inca se ha desprendido de habitual discurso proteccionista y por primera vez ha cuestionado públicamente la labor de su plantel. Olmos quiere jugar la Copa Príncipe de Asturias y reconoce que no estar en Granada "escenario de esta competición" supondría una decepción industrial.

«Es inadmisible que en Murcia el equipo saliera dormido a la pista. Somos un equipo que tiene virtudes y también sus limitaciones, pero si alguien piensa que podemos ganar sin darlo todo está muy equivocado. De hecho, nos cuesta mucho romper los partidos, sólo lo hemos logrado en dos ocasiones, y lo que ocurrió en Murcia no me gustó. Estoy decepcionado y espero que no se repita», significó el entrenador.

Olmos reconoció haber marcado en rojo el nombre de Granada y reflexionó en voz alta. «Antes de que se iniciara la competición estar en la Copa no era nuestro objetivo, pero así como han ido las cosas está claro que no clasificarnos supondría una gran desilusión. Siempre hemos hablado de ir partido a partido, pero ahora tenemos una buena oportunidad para conseguir algo y debemos aprovecharla. El equipo presenta un buen balance (ocho victorias y cinco derrotas) y no debemos dormirnos, sería absurdo porque en esta liga nadie te regala nada y ganar partidos cuesta mucho».

Bàsquet Inca se ha acostumbrado a cambiar de rostro lejos del Palau. Ha caído derrotado en sus tres últimas salidas "Tenerife, Menorca y Murcia" y además exhibiendo un baloncesto con pocos gramos de crédito. «No creo que haya que analizar de forma conjunta estos tres partidos, aunque repito que estoy muy enfadado con lo que ocurrió en Murcia. No me gustó la mentalidad del equipo».