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El caso Pampín sigue abierto. El escolta mallorquín, que días atrás expresó al Bàsquet Inca su intención de causar baja y buscar protagonismo en algún equipo de Liga EBA, seguirá vinculado al equipo de Olmos hasta que el club no concrete la incorporación de un nuevo jugador interior. El técnico ha expresado al club su negativa a desprenderse de más jugadores si no llegan repuestos, aunque la situación se antoja temporal. Israel Pampín se desplazará el sábado al Murcia junto al resto del plantel profesional inquense, pero su salida parece próxima.

Sebastià Penya, presidente de la gestora, y el vicepresidente Joan Rubert parecen dispuestos a atender la petición de su entrenador y en algo menos de diez días puede cerrarse el fichaje de un cinco nacional. «De momento no hay nada decidido, pero está claro que no es muy lógico mantener en el equipo a un jugador que quiere marcharse. No obstante, tampoco podemos dejar al equipo en cuadro e ir en contra de los intereses colectivos para satisfacer una demanda personal», apuntó Penya.

El mandatario inquense confirmó que la decisión definitiva del Consell Insular en materia de subvenciones puede condicionar el capítulo de nuevas incorporaciones, aunque también dejó entrever que la entidad puede intentar articular otro tipo de alternativas para asumir la llegada de este nuevo jugador interior. «Debemos analizar todo el tema en la próxima reunión de la junta, pero está claro que si concedemos una nueva baja debemos fichar. Hacer lo contrario sería perjudicarnos a nosotros mismos», subrayó Sebastià Penya a la conclusión del conclave que mantuvo anoche con Gonzalo Pampín, padre de Israel, Joan Rubert y el propio técnico Pacos Olmos.