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Olmos aboga por un cambio de guión. El técnico del Bàsquet Inca ha incidido en la necesidad de descongestionar el perímetro en las secuencias de ataque y adquirir algo más de equilibrio. Para ello es fundamental rehabilitar a Jeff Chambers y otorgar algo más de criterio en las acciones ofensivas. Nueve jornadas después, el repertorio del líder necesita nuevos argumentos. El Inca se ha convertido en un equipo demasiado previsible, básicamente por su tendencia a jugarse un tanto por ciento muy elevado de sus tiros a unos metros de la pintura. Cuando los porcentajes bajan, el Bàsquet Inca se convierte en un equipo excesivamente vulgar.

Tenerife es una referencia a tener en cuenta, si bien es cierto que en el naufragio que protagonizó el grupo de Olmos en la periferia de Santa Cruz también se concentraron otros aspectos que van más allá de la falta de acierto desde el perímetro. Tenerife cargó una y otra vez su baloncesto de ataque dentro de la zona, donde más le duele al Inca. Y el descosido fue inmenso. «Hemos analizado lo que sucedió en este partido y está claro que no se puede achacar la derrota exclusivamente a un problema de porcentajes. Está claro que nos faltó criterio a la hora de atacar. No supimos ver que necesitábamos ataques más largos y cuando nos dimos cuenta el partido ya estaba imposible», ha advertido Paco Olmos en sus últimas intervenciones públicas.