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73 ORENSE: Jesús Fernández (7), Bernabé (6), Hastard (17), McCann (12), Peñarroya (16) -cinco inicial- Guillem Coll (2), Pazos (0) y Héctor García (13).
14 de 28 en tiros de 2 puntos. 10 de 20 en tiros de 3 puntos. 15 de 21 en tiros libres. 26 rebotes (19 en defensa y 2 en ataque). 21 faltas personales.

81 BASQUET INCA: Chambers (13), Roure (2), Merchán (10), Monclova (17), Rubchenko (16) -cinco inicial- Yáñez (15) y Merino (8).
25 de 46 en tiros de 2 puntos. 5 de 14 en tiros de 3 puntos. 16 de 23 en tiros libres. 35 rebotes (22 en defensa y 13 en ataque). 20 faltas personales.

Arbitros: Uruñuela y Verano. Sin eliminados.
Marcador cada 5 minutos: (8-4) (16-15) (20-24) (32-35) -descanso- (45-48) (58-59) (63-67) (73-81) y (73-81) -final.
Incidencias: Pazo Paco Paz. 3.700 espectadores. Jeff Chambers, jugador del Bàsquet Inca, se encaró con un sector del público al término del encuentro, lo que hizo necesaria la intervención de la policía nacional.

Bàsquet Inca adquirió crédito iliminado en la cancha de uno de los equipos más opulentos de la categoría. El grupo de Olmos se permitió la licencia de tumbar al Orense y ratificar su condición de líder tras un partido extraordinario, especialmente en su segunda mitad. Los mallorquines demarraron tirando de un repertorio inédito hasta el momento. Invirtió los papeles y cosió su séptima victoria del curso haciéndose fuerte dentro de la pintura. Con Roman Rubchenko sentado en el banquillo durante 25 largos minutos -el ucraniano cometió su tercera falta personal cuando el partido nacía (min.6)el Inca evidenció que tiene recursos para responder con precisión a cualquier problema. Rafa Monclova, Jeff Chambers y Nacho Yáñez no dudaron en aceptar el reto y asumieron máximo protagonismo en ataque. Rubchenko regresó cuando el partido quemaba -en el último cuarto y con 58-59 en el marcador- y aprovechó para dejar sello de francotirador. Anotó 14 puntos en sólo diez minutos y contribuyó de forma determinante a rubricar un éxito que no obstante debe atribuirse a un trabajo de equipo. Dani Merchán realizó una labor estupenda sobre Robert McCann, una referencia fundamental en el Orense, y también anotó puntos. Luis Merino se partió el alma y fabricó canastas casi imposibles cuando el partido se había convertido en un auténtico cara o cruz.

El primer tiempo fue un tributo al juego defensivo. Orense logró atascar a los mallorquines durante varias secuencias gracias a su juego sin bálón. El Inca andó metido en arenas movedizas durante las primeras sencuencias del partido, pero respondió a los gallegos con idéntica intensidad en la defensa y no tardó en reponerse al 11-4 que le endosó su rival. El Inca fue creciendo poco a poco. Rafa Monclova no tardó en hacerse con la manija del encuentro y a partir de ahí empezó a redactarse el guión ganador de un grupo que comienza a creerse su peso específico en este baloncesto de plata.