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EFE - Boston (EE UU)
Europa partía para esta última jornada con una ventaja de cuatro puntos que parecían suficientes para repetir los triunfos logrados en Rochester y Valderrama, pero el día no pudo resultar más nefasto para los intereses europeos "tres victorias, ocho derrotas y un empate" que les devuelve al otro lado del Atlántico con las orejas gachas, la moral cercenada y las lágrimas derramadas por Sergio García tras la clamorosa derrota, quien, de todas formas, seguramente, con 3'5 puntos ganados de cinco posibles, habrá tenido el mejor debut de la historia en la Ryder Cup.

Aunque difícil, la victoria estadounidense era posible, pero nadie esperaba que, llegado el caso, resultara tan abrumadora. Los americanos pasaron por encima de los europeos como una apisonadora.

Lehman superó 3 y 2 a Westwood, quien, a pesar de ser el número dos europeo, ha pasado por Brookline con más pena que gloria; Sutton ganó 4 y 2 a Clarke, que fue de más a menos esta semana; Mickelson no tuvo piedad con el debutante Sandelin, a quien le propinó un inapelable 5 y 3; Love le endosó un aplastante 6 y 5 a Van de Velde; Tiger Woods abusó del debutante Coltart por 3 y 2, y Duval trituró por 5 y 4 a Parnevik.

Así las cosas, y con los americanos metiéndolas desde todas las esquinas en los greenes en una exhibición de putt poco habitual, los europeos, que sólo contaban en ese momento con tres partidos encarrilados "Olazábal ante Leonard, Lawrie frente a Maggert y Montgomerie contra Stewart" comenzaban a echar cuentas para ver de dónde sacar los cuatro puntos que necesitaban para, al menos, retener la copa, lo que no pudo ser finalmente.

Los españoles no tuvieron su día
La actuación de los españoles, muy destacada en las dos jornadas anteriores, fue ayer anodina. El mejor fue José María Olazabal que mantuvo una pugna con el estadounidense Justin Leonard. El golfista español llevó la iniciativa en la práctica totalidad del encuentro, pero Leonard supo rehacerse en el decimoséptimo hoyo y finalmente se repartieron el punto.

Tampoco fue el día de Sergio García, que perdió su primer partido en la competición, ante Jim Furyk, ni de nuestro tercer representante, Miguel Àngel Jiménez, que cayó ante Steve Pate. Ninguno de los dos tuvo ninguna oportunidad de ganar el punto de su partido.