Margarita Fullana fue recibida en Son Sant Joan por su familia y amigos de Sant Llorenç. (Foto: JAUME MOREY).

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Muchas lágrimas, el alcalde de Sant Llorenç, Tolo Güell y una gran expectación mediática. La mejor ciclista del mundo volvió a casa frotándose los ojos y salpicando con cava a cualquiera que saliera a su paso. Catorce años después, Aare ha encumbrado a Margarita Fullana. 2 horas, 31 minutos y 59 segundos es la marca con que tumbó a a la canadiense Alison Sydor "su eterna rival" y arrinconó a Paola Pezzo. Mallorca ya tiene otra nueva número uno y en el aeropuerto de Son Sant Joan olía a eso, a número uno.

Visiblemente emocionada tras fundirse en un abrazo con su madre, Fullana no se andó con rodeos. «Se ha cumplido un sueño, llevó mucho tiempo esperando esto y la verdad es que todo me parece irreal. Estoy en una nube y me cuesta mucho creerlo, incluso cuando pasé la meta no me lo creía. Sabía que estaba bien, que llegaba al Mundial de bicicleta de montaña en un buen momento, pero durante los últimos días había llovido mucho en Suecia y eso no me favorecía. Un día antes se adecuó el circuito y todo salió perfecto, ha sido increible».

Derrocar a Sydor, anterior campeona del planeta, ha resultado complejo y Fullana no tardó en advertirlo. «Son muchos años de sacrificio y entrenando duro. La verdad es que ahora todo se compensa y la alegría que experimentas es enorme, casi indescriptible. No me esperaba este recibimiento, es lo más hermoso que me ha sucedido nunca y estoy muy agradecida. Le dedico el título a mí familia y a toda la gente que está detrás, entrenadores, médicos y todos los colaboradores. De todas formas, en estos momentos tengo un recuerdo muy especial para mí padre, que siempre se ha volcado conmigo. Hace muchos años que estoy encima de una bicicleta y por fin ha llegado la recompensa de muchos años de trabajo; después de conseguir algo así te das cuenta que el esfuerzo vale la pena».

El reto más inmediato de Margarita Fullana está en el Campeonato del Mundo de carretera, aunque también contempla un breve periodo vacacional en su Sant Llorenç natal. «Ha sido fantástico y aunque tengo poco tiempo para celebraciones, necesito pasar una semana en la Isla con la familia y relajarme un poco. También quiero estar con mis amigos y celebrar todo esto».