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En dos horas y cuarenta minutos, el joven Juan Carlos Ferrero venció al veterano Alex Corretja por 2-6, 7-5 y 6-3 en la final del Mallorca Open que se disputó en el Coliseo Balear ante unas 4.000 personas. El viento y el encapotamiento también fueron protagonistas. El sol que ha acompañado durante todo el Torneo, no se vio en la final. Alex Corretja y Juan Carlos Ferrero saltaron a la pista central de la plaza de toros mirando al cielo.

El primer set, quizás porque estaba mucho más fresco o por el respeto del joven ante el mayor, no tuvo mucha historia. Alex Corretja rompía con facilidad el servicio de Ferrero y le hacía correr una y otra vez por el fondo de la pista. El set fue claro para él, 6-2. Pero llegamos al segundo período, y Juan Carlos Ferrero volvía a ser el joven golpeador de toda la semana. Sus golpes, desde el fondo de la pista, eran largos y potentes. Alex Corretja, con ese juego, pegado a la rejilla, no podía hacer gran cosa. Con un 3-2 para el catalán y posibilidad de 4-2, parecía que todo estaba terminado, pero Ferrero siguió empeñado, corrió y corrió, y comenzó a mandar en el partido hasta hacerse con el set, 7-5.

El tercer set empezó con la ventaja de Juan Carlos Ferrero por dos juegos a cero. Alex Corretja parecía cansado y entregado. Pero sin embargo, tras la igualada a dos el partido tomó otro ritmo. Sólo fue un espejismo. Juan Carlos Ferrero, con gran parte del público joven apoyándole, no sufrió la crisis del novato. Sus golpes seguían siendo potentes y profundos.