«Hemos salvado todas las caídas y lo más importante es que hemos
llegado a la contrarreloj en esta situación. No estoy calculando lo
que hay que sacar sino que pienso en hacerlo lo mejor posible y que
todo salga bien, explicó.
El corredor guipuzcoano es el principal candidato a vestirse de
amarillo mañana, pero se mostró cauto en sus declaraciones a pesar
de las emociones que le embargan ante la posibilidad de liderar por
primera vez el Tour de Francia: «Estamos muy bien y vamos a ver lo
que pasa mañana. Mañana será el test particular, sobre todo para
ver cómo están los rivales, tanto Armstrong com Zulle y los demás
candidatos, así como los escaladores, Gotti, Tonkov y compañía»,
concluyó.
Sainz también destacó que «es mucha la presión pero España se
está portando bien con nosotros y ahora es el momento de que se lo
agradezcamos», dijo.
El ciclista suizo del equipo Banesto, Alex Zulle, que sufrió una
nueva caída en la etapa de ayer durante el control de
avituallamiento, fue atendido en carrera por el médico de su equipo
y comentó cómo se había producido: «No es casi nada sólo un golpe
en la rodilla, me dolía un poco. Ahora casi nada. He tenido suerte,
ha sido una caída un poco tonta. Delante de mí un Lampres cogía una
bolsa y se caía y yo detrás», detalló.
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