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«Paz en la Tormenta», así se llama la publicación que Carlos Angel Roa regaló a cada periodista cuando finalizó la rueda de prensa. La Iglesia Adventista del Séptimo Día se basa en seguir al pie de la letra la Biblia y en dedicar a los demás todo el cariño y el amor posible. Los adventistas rinden culto a las sagradas escrituras. Uno de sus lemas reza lo siguiente: «No hay ninguna cosa mejor para fortalecer la inteligencia que el estudio de las Santas Escrituras. Ningún otro libro es tan potente para elevar los pensamientos, para dar vigor a las facultades, como las grandes y ennoblecedoras verdades de la Biblia. Si se estudiara la Palabra de Dios como se debe, los hombres tendrían una grandeza de espíritu, una nobleza de carácter y una firmeza de propósito que raramente pueden verse en estos tiempos». Los adventistas siguen unas reglas claras que se recogen en varios capítulos. «Eres un portaluz», «No te detengas en los fracasos», «Evita los recuerdos desagradables», «Cuenta a Dios tus aficiones», «Sé paciente con los demás». Estos son algunos de los consejos que deben seguir los creyentes de esta religión. Vivir sin remordimiento o cómo disfrutar de la vida en plenitud son otros de los pasos que siguen fielmente los adscritos a la Iglesia Adventista. El servicio a los demás y la ayuda a los necesitados forman una parte básica de su manual y a ello deben dedicar gran parte del tiempo. La oración también es importante. «Orar es el acto de abrir nuestro corazón a Dios como a un amigo. No es que se necesite esto para que Dios sepa lo que somos sino a fin de capacitarnos para recibirlo».