Engonga y Mijatovic, durante el encuentro disputado ayer en el Santiago Bernabéu.

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2 REAL MADRID: Illgner (s/n), Panucci (1), Roberto Carlos (1), Hierro (1), Iván Campo (1), Redondo (1), Seedorf (2), Jarni (1), (Sanchís, min.65) (1), Raúl (1), (Guti, min.84), Mijatovic (0), (Savio, min.71) (2), Morientes (1).
1 REAL MALLORCA: Roa (1), Olaizola (1), M. Soler (1), Marcelino (1), Siviero (1), Engonga (1), Lauren (1), Stankovic (1), (Paunovic, min.74) (1), Ibagaza (0), Ariel López (1), (Carlos, min.65) (1), Dani (1).
GOLES:
Min.33: Morientes culmina de cabeza una jugada de estrategia. 1-0.
Min.88: Morientes recoge un balón enviado por Guti y bate a Roa en una jugada que viene precedida por una falta de Iván Campo que el árbitro no señala. 2-0. Min.91: Dani recorta a Iván Campo y bate a Illgner de disparo cruzado. 2-1.
ÀRBITRO: Iturralde González (Colegio Vasco). Expulsó por doble amonestación a Vicente Engonga. Mostró tarjetas amarillas a Roberto Carlos (min.7), Marcelino (min.54), Sanchís (min.75) y Hierro (min.92)
INCIDENCIAS: Algo más de media entrada en el Santiago Bernabéu para presenciar el encuentro correspondiente a la trigésimo sexta jornada de Liga entre el Real Madrid y el Real Mallorca. Terreno de juego en buenas condiciones.

TOMEU TERRASA
ENVIADO ESPECIAL A MADRID
El bloque merengue necesitó algo más que calidad individual para doblegar a su rival de ayer y encontró en la miopía de Iturralde González a un inestimable aliado. El colegiado vasco dio validez a los dos goles blancos pese a que vinieron precedidos por sendas faltas, una de Mijatovic a Siviero y otra de Iván Campo sobre Carlos Domínguez. Cuando hay algo grande en juego y se produce un reparto desigual, difícilmente es el modesto quien saca tajada.

En el primer minuto Roberto Carlos puso a prueba los reflejos de Roa con un disparo que acabó desviado a córner. El Madrid trenzó un cierto dominio en los primeros compases del encuentro, pero el Mallorca no se limitaba a ejercer de convidado de piedra. De no ser por un providencial corte de Seedorf, el primer gol bermellón habría subido al marcador a los quince minutos, en una jugada letal de Lauren que, por la mediación del holandés, no pudo conectar un pase de la muerte a Dani. Del posible 0-1 se pasó a un 1-0 al filo de la media hora de partido, cuando Morientes remató de cabeza en una acción precedida de una falta de Mijatovic que el árbitro vasco no acertó a ver.

El Madrid se tomaba un respiro pero no se salvó de su condena a sufrir. Espoleado por la necesidad de remontar el gol en contra, el Mallorca se creció tras el descanso y buscó con ganas el portal de Illgner. El guión del encuentro dio un giro de 180 grados y las estadísticas también. El Madrid ya no tenía el dominio en la posesión de balón y las mejores jugadas fueron orquestadas por botas bermellonas.

Toshack empezó a sentir miedo. Mandó al banquillo a Jarni y colocó a Sanchís para establecer un doble pivote por delante de la defensa. Más que un aspirante a la Liga de Campeones, el Madrid era un equipo vulgar y atrincherado. Sin embargo, en medio de esa vulgaridad, y con la inestimable colaboración de Iturralde, el equipo blanco encontró oro. El árbitro dejó seguir una jugada en la que Iván Campo cometió una clamorosa falta sobre Carlos Domínguez y esa acción fue aprovechada por Guti para enviar un gran pase a Morientes, que sentenció el encuentro.