TW
0
I.O. Todo está a cien en el entorno mallorquinista. Cúper alcanzó ayer su centésimo encuentro como conductor del primer equipo rojillo al tiempo que la afición sufre de los nervios, a la espera de conocer hoy si el argentino hará o no las maletas. Llegado a la Isla de la mano de Bartomeu Beltrán a mediados de julio de 1997, Cúper es hoy el pivote sobre el que giran un pasado exitoso y un futuro plagado de dudas, la principal de las cuales quedará despejada cuando comunique oficialmente su decisión este mediodía.

Con él en el banquillo, el Mallorca ha cosechado su primer título de relieve, la Supercopa de España, además de la segunda final de Copa del Rey, y el que sin duda ha sido el mayor hito en la historia del club: la final de la Recopa de Europa, una cita que se saldó, como todas las gestas de esta entidad, con sabor agridulce. Pese a firmar la pasada temporada un palmarés difícilmente superable "quinto en la liga y subcampeón de España" Héctor Cúper aceptó un reto consigo mismo reconstruyendo un equipo diezmado por las bajas.

Después de una pretemporada que invitaba a cualquier cosa menos a la euforia, el argentino volvió a poner su maquinaria a rodar en serio. Y empezaron a llegar los resultados: tres contundentes victorias ante el Barcelona, un justo triunfo frente al Real Madrid y, para no perder la tradición, una nueva goleada al Athletic de Bilbao (6-2) apenas setenta y dos horas después de haber eliminado a todo un Chelsea en las semifinales de la Recopa.