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EFE - ITALIA
La duodécima etapa del Giro de Italia, que se disputará entre Cesenatico y Sassoulo, con 168 kilómetros de recorrido, es totalmente llana desde su comienzo, por lo que reúne todas la condiciones para que se produzca de nuevo una llegada masiva con solución al esprint.

El trazado no tiene ningún puerto de montaña, por lo que es difícil que prosperen las escapadas si el pelotón no lo permite. Será otra etapa para corredores como Cipollini, Blijlevens, Quaranta o Svorada, la lucha volverá a estar centrada en la llegada ya que aunque se produzcan intentos de escapada los equipos como Saeco, TVM o Mapei intentarán anularlas cuando se acerque el final de la etapa para dar opciones a sus hombres rápidos de poder disputar el triunfo de etapa. Sería muy raro que llegara una escapada a línea de meta. El líder y los primeros clasificados no arriesgarán nada, ya que la jornada es previa a la decimotercera etapa, que de nuevo tendrá montaña y que será muy importante para el desarrollo de la carrera.

El Giro de Italia no ha llegado nunca a la localidad de Sassuolo, por lo que la expectación por ver la carrera será grande y todo la población vive intensamente las horas previas a ala llegada de la serpiente multicolor, la ciudad se puede paralizar a la hora de la llegada, sobre las cinco de la tarde.