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El temor a que la pista de atletismo de Son Moix, cuya construcción apenas ha comenzado, tenga dificultades para su homologación se incrementa a medida que transcurren los días. A falta de menos de dos meses para la inauguración de los Juegos Mundiales Universitarios y con el asfaltado sin empezar, la pista deberá someterse todavía a un riguroso examen de la Federación Española de Atletismo, que deberá determinar si cumple todas las condiciciones para que las marcas que en ella se registren tengan validez. Delegada por la Federación Internacional de Atletismo (IAAF), la Española dictaminará todos los detalles de la construcción, si presenta o no desniveles y si tienen la pendiente reglamentaria las caídas de las calles hacia las canaletas de agua. Expertos en instalaciones deportivas consultados por este periódico aseguraron ayer que, en caso de que la empresa constructora de Son Moix se vea obligada a hacer algún tipo de rectificación en la pista a instancias de la Federación Española, no habrá tiempo de corregir defectos: «No solo la pista, el estadio entero va con retraso. Lo que ocurre es que mientras el resto del estadio no presenta una dificultad técnica especial, la pista sí es algo muy delicado porque tiene que cumplir unos requisitos que serán examinados con lupa. En una carretera no importa que haya unos centímetros de más o de menos a los lados, pero en una pista de atletismo, las caídas hay que calcularlas con una gran exactitud».