Moyà fue obsequiado con una tarta para celebrar su liderato del tenis mundial.

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INDIAN WELLS - EFE Veinticuatro horas después de su gran triunfo sobre el brasileño Gustavo Kuerten, que le proporcionó los puntos necesarios para superar al estadounidense Pete Sampras en la clasificación mundial, Moyá conoció una derrota que no debe marcarle en el futuro, pero tuvo enfrente a un rival con el que nunca había podido antes en dos ocasiones, una de ellas en esta misma pista hace dos años.

El jugador español buscaba desesperadamente la victoria para sumar los 370 puntos destinados al ganador de este primer Super Nueve de la temporada. Con ellos en el bolsillo, el mallorquín hubiera aparecido mañana con 3.637 puntos en la lista, y 190 de ventaja sobre Sampras, segundo. Derrotado en la final, Moyá ganó 265 y totalizará 3.484, es decir 37 de diferencia sobre el de Washington.

Moyá ganó el primer set cediendo sólo un punto de ruptura y tuvo la garra suficiente para hacerse con este parcial al romper en el duodécimo.
Phillippoussis ganó el segundo y tercer set sin ceder su saque, aunque para eso tuvo que emplearse a fondo en el séptimo juego de este último parcial cuando Moyá dispuso de dos puntos de ruptura que le hubieran supuesto colocarse con 5-3 y servicio. Ese fue uno de los momentos claves del encuentro.

Carlos Moyá está radiante de felicidad. El tenista mallorquín atendió a Ultima Hora Radio a la conclusión del encuentro del sábado y se refirió al sueño de toda su vida que se ha hecho realidad incluso antes de lo que él esperaba. Carlos agradece a todos los que le han ayudado a llegar hasta aquí y tiene un especial recuerdo para sus padres y sus entrenadores. Moyá se marca ahora el objetivo de mantenerse arriba mucho tiempo.