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ALBERT ORFILA ¿Qué hacer cuando no se puede correr?. La pregunta se formula con excesiva frecuencia en el plantel del Bàsquet Inca y la falta de respuesta origina un buen puñado de problemas. El ataque estático sigue siendo la asignatura pendiente del grupo de Arbúcies, circunstancia que contrasta con su buen manual defensivo. Esta falta de equilibrio es evidente y ha quedado de manifesto en los últimos partidos. Bàsquet Inca ha mejorado su balance y ha recuperado agresividad, pero ante cualquier rival con cierta organización sufre constantes atascos que condicionan sobre manera sus posibilidades de éxito.

Ante el Menorca Bàsquet, el Inca se permitió la licencia de no anotar un solo punto durante siete largos minutos del segundo cuarto, circunstancia que no supo aprovechar el equipo de Maó. En Huelva se repitió la historia, aunque en esta ocasión el rival sí rentabilizó los errores mallorquines.

El ataque estático se ha convertido en el gran problema del Bàsquet Inca. El balón circula con poco criterio y faltan referencias claras. Michael Jennings sufre una extraña transformación cuando el equipo se aleja del Palau; Thomas Adams y Valentín Holgado no están en un buen momento y asistir a Nacho Castellanos o Alberto Alzamora parece haberse convertido en una misión imposible.