El Mallorca hunde la moral del Betis con un tanto de Carlos

M. ALZAMORA - SEVILLA
El choque entre dos de los planteamientos más defensivos del campeonato hacía presagiar un encuentro con pocas alternativas en las áreas y la realidad volvió a ser más cruel que los pronósticos. En toda la primera parte ninguno de los dos equipos dispuso de una sola ocasión clara para mover el marcador. Ni siquiera la entrada de Oli en el Betis sirvió para aumentar la definición del escaso juego ofensivo verdinegro, porque las pocas veces que el asturiano pisó área, allí estaba Carlos Roa. También Alfonso dispuso de una excelente oportunidad a los cuatro minutos de la segunda parte. El Mallorca se tomó con calma el único instante de sufrimiento en casi una hora de partido. Siguió ejerciendo de huésped y dejó que su anfitrión llevase, por llamarlo de alguna manera, el control de un partido en el que había poco que controlar. Fuen en esa fase cuando asestó el golpe mortal. Un contragolpe bien conducido por Stankovic, un cambio de juego, disparo de Carreras, rechace de Parts y gol de Carlos. Ahí se rompieron el alma del Betis y el guión de un partido que parecía condenado a engrosar la casilla de lo peor de la jornada. A partir de ahí, todo fue coser y cantar para un Mallora que se sabe mover como pez en el agua con un marcador a favor. El Betis trató de buscar el tiempo perdido pero le faltó mantener la cabeza fría. Las alocadas internadas de Denilson y Oli encontraron su réplica en Roa. Una asignatura pendiente que deberá resolverse en el Lluís Sitjar.